Tras seis años de congelamiento, la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires actualizó los montos de ingresos brutos que se toman como referencia para obligar a los contribuyentes a actuar como agentes de retención de impuestos.
Según informó ayer el organismo recaudador bonaerense cuyo titular es Gastón Fossati, “la medida abarca al 30% de los agentes de recaudación y alcanza a pequeñas y medianas empresas que se beneficiarán así con una sensible reducción de costos en su estructura administrativa”.
Los topes fueron duplicados tras seis años sin ajustes. “Eso generó distorsiones que afectaron a pequeñas y medianas empresas de la Provincia, que al actuar como agentes de recaudación debían hacer frente a nuevas exigencias operativas que aumentaba sus costos”, explicó Fossati. “Escuchamos la necesidad de las empresas y buscamos brindarles un alivio lógico, que ayudará a reducir sus costos operativos”, añadió.
De acuerdo con las pautas que regían desde 2010, el fisco provincial establecía que se encontraban obligadas a actuar como agentes de percepción y retención las empresas que hubieran obtenido durante el año calendario anterior ingresos brutos operativos (gravados, no gravados y exentos) superiores a 10 millones de pesos. En el caso de los expendedores de combustibles líquidos, derivados del petróleo, el monto era de 12 millones de pesos; y para quienes realizaban operaciones de venta de cosas muebles el mínimo se fijaba en 5 millones de pesos.
“A partir de ahora, con el incremento de los límites, en el primero de los casos se estableció un monto de 20 millones de pesos. En tanto, para los expendedores de combustible lo subió a 30 de pesos millones y para la venta de cosas muebles fue situado en 10 millones de pesos”, explicó ARBA a través de un comunicado.
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